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Diseñada para limpiar y pulir metales, madera o cristal, la lana de acero se convierte en una herramienta indispensable en muchos trabajos de limpieza y restauración.
Formada por finísimos hilos de acero entrelazados, es perfecta para múltiples usos: limpieza de cromados, tubos de escape, pulido de pintura, eliminación de óxido, limpieza de madera, cristales...
Si buscas la lana de acero más versátil, esta es la opción ideal: suave pero con fuerza. El grado #000 indica una dureza fina, pensada para trabajos delicados en los que se necesita un punto más de abrasión que con su hermana menor (#0000).
Algunos de sus usos:
Su grado 000 ofrece el equilibrio perfecto entre poder de corte y suavidad, ideal para lograr acabados precisos con el mínimo riesgo.
Cada bolsa contiene 16 Unidades, 240 gramos
Perfecta para metales (aluminio, cobre, latón), madera, cristales e incluso superficies cromadas. Además, utilízala para eliminar óxido, suciedad o manchas incrustadas.
No te recomendamos utilizarla en superficies pintadas, y menos si son delicadas. Igualmente, siempre recomendamos hacer una prueba previa en una zona poco visible.
Dependerá del trabajo, pero cada unidad está pensada para usarse en múltiples ocasiones.
Puede utilizarse en seco o con algún líquido o incluso con un pulimento para metales. El mejor uso para abrillantado o limpieza metálica se consigue combinándolo con un pulimento.
Sí, va genial para eliminar pequeños residuos de este tipo. Sus finos hilos de acero los eliminan sin dejar marcas profundas sobre la superficie.
Guárdala en un lugar seco después de cada uso; esto alargará su vida útil.